Una mañana, un hombre llega a las playas de una isla, a la que la corriente del mar había arrastrado su balsa. Sus habitantes deciden acogerlo, pero él no es como ellos, y lo aíslan. La necesidad lo lleva de nuevo hasta ellos y empieza a sembrarse la inquietud y el desconcierto. “… no podemos mantener a cualquiera que llegue hasta nosotros […] porque nosotros mismos acabaríamos pasando hambre”. No obstante, le dan algo que llevarse a la boca, y vuelven a encerrarlo. Aún así, ya no habrá forma de alejarlo de sus mentes; el temor empieza a alojarse en su interior y a alimentarse de dimes y diretes, elucubraciones… hasta provocarles un auténtico estado de pánico… Por eso, deciden devolverlo al mar y dejarlo a su “suerte”.

 

En este álbum, Armin Greder nos habla de la inmigración, por supuesto, pero también de la incertidumbre y el miedo que nos invaden cuando nos situamos frente a lo desconocido, sea lo que sea (persona, objeto o virus); sentimientos que nos agarrotan, que nos cierran en banda, que nos aíslan (como el imponente, a la par que inquietante, muro que protege esta isla). Y lo hace si paños calientes, como si de una noticia de cualquier medio se tratase; a través de frases que hemos escuchado en innumerables ocasiones, que reflejan comportamientos que resultan desafortunadamente comunes. Para redimensionar este sobrecogedor relato de una realidad muy presente en nuestras vidas, especialmente en estos momentos, se vale de la imagen.

 

La plasticidad, la expresividad, la intensidad de trazos expresionistas de su propuesta gráfica convierten esta “historia cotidiana” en una obra extraordinaria para lectores y lectoras de todas las edades (a partir de 10 años), adultos incluidos. Greder nos lleva al lugar más oscuro de la naturaleza humana, mostrando algunos de nuestros comportamientos más grotescos y despiadados. Y nos otorga diferentes perspectivas desde las que verlos y analizarlos sin aportar ningún juicio de valor. Simplemente expone y desafía nuestra capacidad de interpretación.

 

La obra vio la luz en 2002 y llegó a nuestras librerías en 2003 gracias a Lóguez, que en 2015 sacó una segunda edición. Decía Antonio Ventura, a propósito de este álbum, que no se dirige al niño que todos llevamos dentro, sino al adulto que hay en cada niño. Os invito a descubrirlo… desde este espacio de recomendación de las mejores propuestas de lectura para niños y jóvenes especialmente concebido para familias, con el objetivo de contribuir a la promoción de experiencias de lectura de calidad desde las primeras edades. La isla. Una historia cotidiana se merece, con creces, sus 5 guisantes.