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De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

La moda odia a las chonis, ¿o no?


¿Existe el 'chonismo'? Hemos pasado  de utilizar el término de seis a veinte veces por día a poder vivir un semestre sin que nadie se refiera a otra persona con este adjetivo.  Pero las chonis no han muerto. Lo que quizá ha muerto es la concepción que teníamos de eso.

Antes usábamos la palabra 'choni' para referirnos despectivamente a alguien y ahora eso ha desaparecido, por fin. Hemos evolucionado en poder asociarlo sencillamente a una estética y no a un comportamiento problemático. La choni de 2023 no tiene por qué ser una tía que se tira hasta las 5.00 AM en una rave y que consume estupefacientes. No, esa no es la choni de hoy en día.

Lo que era choni en mi época ahora ha evolucionado y se ha convertido en algo muy admirado como es ser ?raxet?. Ser choni ahora es ser moderna, atrevida, ser empoderada y levantar la voz sobre tu discurso y tu apariencia.

Le debemos mucho de este cambio a Rosalía. Las uñas que llevaba la ex de Rauw Alejando en Aute Couture ha logrado que, incluso, niñas de un colegio privado que nunca se habían planteado ponerse uñas postizas, de golpe lo hagan y en tamaño XXL.

Las artistas son referentes y consiguen ser clave. Nunca he visto salirse de su estética de referencia ni a Bad Gyal ni a La Zowi. Y ellas mismas han conseguido que personas que jamás se habrían considerado chonis, escojan elementos de sus looks y los adopten como propios.

Hay que romper con los prejuicios de antes. El desnudo de una pija se considera casi artístico y el de una choni un desafío al mal gusto. No es justo. No es lo mismo ver a Bella Hadid en la playa con su perfecto moreno de Maldivas que a Oriana Marzoli luciendo los últimos retoques que se ha hecho. Pero deberíamos verlo igual.

Cristiano Ronaldo siempre ha sido muy cani. Y siempre lo será. Es su esencia y es muy respetable. A día de hoy, él sigue con sus cortes de pelo tan particulares y sus bronceados de color naranja. Si tú miras una fotografía de CR7 el día que se hizo famoso y hoy, verás diferencias en sus dientes y en su cuenta bancaria, pero no es su personalidad vistiendo.

Las chonis tienen un papel importante en la industria de la moda. Siempre ha sido así y siempre lo será.

¿Os podéis creer que la protagonista de un reality de MTV logró ser la herramienta perfecta en una guerra entre dos casas de lujo? Snooki comenzó a ganas mucha fama durante los años en los que se emitía el  programa 'Jersey Shore' y utilizó todo su dinero en comprar ropa exclusiva. Fue entonces cuando Louis Vuitton le pagó muchísimo dinero para que no llevase ninguno de sus productos y, encima, le regaló varios artículos de Gucci. Para que vistiese de la competencia y no les hiciese a ellos mala publicidad.

Pero eso ya es agua pasada. Estamos en una fase de cambio. De aceptar lo que antes nos daba miedo. De probar y arriesgar. Ya vale de clasismo y de repudiar estéticas o marcas.

Una de las firmas que siempre hemos considerado chonis y que ahora adoramos es la mítica Versace. La casa italiana era rococó y abusaba mucho de la logomanía. Todos repudiamos sus creaciones durante algún tiempo y, hoy en día, la abrazamos más que nunca.

Estamos en un punto en el que acogemos tanto el maximalismo como el minimalismo. Somos muy tolerantes. Y las chonis son bienvenidas.