A estas alturas y con el mal tiempo asomando en nuestras Apps del móvil, seguramente ya sabías que ya ha llegado el otoño. Probablemente, también sabrías que el frío y la lluvia han venido para quedarse. Y supongo que te habrás enterado de que el color rojo va a ser la mayor tendencia de los próximos meses.

Lo que quizá desconoces es que esta tendencia tiene mucho que ver con las guerras, las crisis económicas y el resto de dificultades que estamos experimentando este año.

Para que algo llegue a ponerse de moda no es tan fácil como que Anna Wintour diga en su despacho que tiene que ser así, realmente la moda es mucho más de lo que pensamos a simple vista. Es un reflejo de la sociedad y de todo lo que sucede. Un motor histórico que, a través de cómo se viste la gente, se puede intuir lo que sucede en determinado momento preciso de la historia.

Esto es lo que está pasando ahora con el rojo. En las pasarelas de Autum-Winter 2023 no solo se presentaron prendas rojas, ni mucho menos. Hay decenas de tendencias que no tienen nada que ver, como los cuadros o los flecos. Pero quizá algunas de las propuestas de las Fashion Weeks que anunciaban esta temporada, van a pasar desapercibidas para dar paso a la actualidad.

¿Por qué el rojo sí y otros colores no? Tiene mucho que ver con la psicología del color, que viene a ser un campo de estudio, destinado a analizar el efecto del color en las percepciones de la conducta humana.

El rojo es un color muy poderoso. Cálido, enfocado a la pasión y el amor pero también a la ira y la venganza. ¿A que cuando tenéis un día de bajón recurrís a pintaros los labios de rojo para veniros arriba? Puede que esto parezca una tontería pero no lo es. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial se utilizó mucho esta táctica para subir el ánimo.

Esa es la razón por la que el rojo está siendo el color de la temporada. Una tonalidad que te hace sentir en el momento en el que te lo pones. Asique, realmente que el rojo sea el color de la temporada tiene muchísimo más sentido del que pensamos. Ante las adversidad, póntelo.