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Desde mi Tribuna

Por Juan Postigo Vergel

La casa por el tejado


Con la Eurocopa ya en plena ebullición parece haber quedado atrás, estar ya olvidado. Pero créanme cuando les digo que para mí será un punto a recordar toda la vida; el momento en el que, en el rifirrafe entre Real Federación Española de Fútbol y el Gobierno de España, los futbolistas de la Selección acabaron vacunados cuando no era su turno.

 

Hay quien dice que cincuenta vacunas -para todo el equipo de la Selección, no solo para jugadores-, no cambia nada. Por supuesto. Es una micra comparado con las más de 30.000.000 que se llevan administradas en España. Es innegable. Pero el problema es el mensaje mandado a la población; no todos somos iguales. Tienes más derechos si mueves más dinero, si estás inmerso en una vorágine económica de relevancia para el país.

 

No defiendo que no haya que haberles vacunado. Efectivamente, los futbolistas de otras selecciones iban ya con el picotazo puesto en previsión de todo esto. Y sin ir más lejos, los olímpicos de España también van a tener su dosis. Mi planteamiento es que todo este entramado, el de considerarles como trabajadores esenciales o importantes para la sociedad, solo ha llegado cuando se temía por el beneficio económico y social que se podría perder si la Selección española no hubiera acudido a la Eurocopa.

 

¿Acaso es más esencial ese futbolista que esa cajera o cajero que sigue sin vacunar? Aquellos que tanto alabamos hace apenas un año porque seguían yendo a trabajar mientras el resto nos pasábamos casi tres meses en casa. Por lo visto, sí. O por lo menos, cuando ves temblar los euros.

 

Y ojo, que los futbolistas no son los culpables. Hemos podido ver cómo ellos se sentían ridículos con la situación que generaba el positivo de Busquets. No han pedido vacunarse. Solo cumplen órdenes. La mala gestión, como decía al principio de esta columna, llega de la mano de Real Federación Española de Fútbol y el Gobierno de España, que no han sabido llevar el asunto como merece y con previsión desde hace meses.

 

Al final el mensaje que quedará de todo esto es terrible, y es que no todos somos iguales. Si vives rodeado de dinero, si ayudas a generarlo, tu vida vale más. Al menos lo suficiente como para que merezcas inmunizarte contra un virus que ya ha matado a demasiada gente.

 

P.D. Videoclip de 'La casa por el tejado' de Fito y Fitipaldis.