circle

Desde mi Tribuna

Por Juan Postigo Vergel

Perdona (Ahora sí que sí)


Me retuerzo en mi sofá, casi con temor y a la vez anhelo, de quedarme dormido en cualquier momento. Agarro el mando que descansa en la mesilla y hago zapping. 28 de diciembre, diez de la noche. Días de copiosas comidas hacen que sienta un ligero pinchazo en el estómago que, al final, termina por despertarme. Me froto los ojos cuando veo la gala de 'Inocente, Inocente' en Antena 3, un programa que daba por extinguido hace años. Va a ser verdad eso de que cada vez consumimos menos televisión.

La cuestión es que, todavía algo zombi, observo el algo casposo programa en el que caen inocentadas y bromas por doquier, todo ello por una causa justa como es la recaudación de fondos para fines solidarios. Hay quienes se lo toman mejor, hay quienes reaccionan con la cara que se te pone cuando la declaración de la renta sale a pagar. La sintonía habitual, vamos.

Y en ese momento pienso. He sido el primero que ha sufrido un par de inocentadas a lo largo del día por Whatsapp. Las dos me las tragué, lo reconozco sin ningún escrúpulo. Mi círculo cercano decidió que era buena idea echarse unas risas y así fue. Dos inofensivas burlas con las que quedé en evidencia, sonriendo ellos primero y yo después.

Hasta ahí todo en orden. Hago algo más de memoria y también recuerdo otras inocentadas a lo largo del día. Publicaciones, la mayoría de ellas en redes sociales, de noticias que por supuesto no iban a tener la suerte de hacerse realidad. Desde que los Pitufos iban a denunciar a Avatar por plagio hasta algunas más creíbles como que un nuevo restaurante iba a abrir en Valladolid, en el actual El Corte Inglés de Constitución una vez acaba de confirmarse hace poco la venta del edificio.

Y sigo pensando en lo idiotas y cortos de miras que podemos ser. Hace muchos años, quizá veinte o treinta, tenían más lógica estas situaciones relacionadas con un monigote blanco. No paseábamos por la era de la sobreinformación que vivimos en la actualidad, plagada de bulos o medias verdades y en las que la velocidad a la hora de informar es casi una exigencia.

¿Sigue teniendo sentido este tejemaneje en 2022? No me malinterpreten, las bromas a pequeña escala sí pueden tenerlo siempre que no crucen ciertas líneas, trayendo quizá una sonrisa necesaria. Pero en cuanto entramos en las redes sociales o en medios de comunicación ya corren el riesgo de convertirse en esos tan temidos bulos que son ya, sin duda, un grave problema en la sociedad actual. ¿Preferimos una noticia que sea un chiste a enfrentarnos a la realidad? Inocente el que piense que no.

P.D. Videoclip de 'Perdona (Ahora sí que sí)' de Carolina Durante en colaboración con Amaia.