Algunos desayunan algo rico, algunos toman una sabia decisión, algunos no hacen nada más que respirar en un mar que los pretende ahogar. Para todos en la misma situación, hacen lo que deben para poner sus días en lo más alto del listón. ¿Quieres saber a qué huele, a qué sabe el éxito? A lo que tú estés dispuesto a hacer para subir tu propio listón.

 

Existen muchas maneras de que seamos los héroes de nuestras propias vidas. Tantas que la cultura nos dice que solo debemos empezar a caminar para ver todo lo que tenemos delante. En el fondo de todo túnel siempre hay luz, esto es para las personas que se ven a oscuras y en el final de los caminos siempre hay una línea de meta, esto es para los que creen que algunos sufrimientos nunca se acaban.

    Deberíamos tener la precaución con la que escogemos las palabras con las que definimos lo mejor y lo peor de nuestras experiencias, porque ellas harán que sean excelentes o aterradoras. Una de las disciplinas que más se usan para tener el mejor día de nuestras vidas, día tras día, es de tener una actitud que no busque un resultado distinto que no sea ese. Una actitud que de alguna manera nos impida no dar lo mejor de nosotros en cada momento y con cada persona.

    Sentimientos como liberación, alivio, grandeza y orgullo llegan de la mano de la creencia en uno mismo, y a dicha confianza se llega con la actitud diaria de crecimiento. Si el día ha sido duro dediquémonos unas palabras que honren nuestro esfuerzo, nuestra resistencia. Si hemos tenido una mala experiencia pasada que todavía nos pesa, recordemos con más claridad que nunca que los malos tiempos también pasan y que gracias a ellos hemos aprendido a amarnos como nunca.

    Lo que más necesita este mundo son personas que arrojen luz, que eclipsen la oscuridad que atormenta a otras y les de esperanza, aire y sueños. Esta sí es una forma increíble de hacer que todos tus días cuenten, que se tornen incríbles y de sentir gratitud. Todos necesitamos propósitos para empujarnos en la vida hacia el siguiente nivel y debemos dejar un espacio en el que entre el de ayudar a los demás. Por poco que hayamos decidido ayudarnos a nosotros es sencillo entender lo que podemos hacer por otros.

    ¿Cuál ha sido el momento más determinante de tu vida, aquel con el que volverías de inmediato a sentirte lleno de vitalidad y de fuerza, aquel con el que eras indestructible? Vive a cada instante para ser esa persona. Ten esa vida. Sé como has querido ser siempre sin que importe dónde y de qué manera empieces. Nunca te vas a arrepentir. Nadie puede arrepentirse de ser lo mejor que puede. Robin Sharma dice que cuando conoces tus miedos entonces sabes qué debes hacer para recuperar tu auténtico poder, ahora piensa en cómo te quieres sentir y qué necesitas hacer para construir días inolvidables. Averígualo y haz eso cada día. A ver qué tan alto eres capaz de llegar.