Bienvenidos a la serie más entretenida del universo Marvel, protagonizada por Tatiana Maslany, la actriz con más registros que conozco, capaz de interpretarlos todos a la vez, en diferentes personajes, en una misma escena. Aún me sorprende que solo tenga un Emmy por Orphan Black.
Jennifer Walters es una alegre abogada a la que le cuesta que tengan en cuenta en el bufete en el que trabaja: mujer y abogada, el doble de trabajo y la mitad de retribución. Y su vida amorosa no va mucho mejor que la profesional.
Pertenece a una de esas familias que siempre están juntas, y siempre se meten demasiado en los asuntos de los demás (su padre es el 'Primo Lary', los de mi generación sabréis a quién me refiero).
Pero un accidente va a cambiar su vida completamente, cuando la sangre de su primo Bruce entra en contacto con la suya, conviertiéndola en otra Hulk. Hulka o She-Hulk para los amigos, aunque a ella no le haga mucha gracia el nombre.
Nuevo trabajo, nueva ropa, nuevos amigos (junto a los más fieles, eso nunca hay que cambiarlo) todo va a ser nuevo para ella. Algo también es nuevo y la hace diferente a su primo; lo que a nuestro Hulk le ha costado tantos años y esfuerzo conseguir, ella lo va a tener de serie: es capaz de transformarse a voluntad, y nunca cambia de personalidad, siempre es ella misma.
Lo mejor de esta serie: las referencias, los cameos, la ruptura de la cuarta pared, el humor, la trama desenfadada, Tatiana Maslany.
Lo peor: Que nos prometieron a Daredevil y hemos tenido que esperar ocho episodios a que apareciera. No es necesario que os diga que ha sido mi momento favorito de todo el año 2022, junto a su cameo en Spiderman y el anuncio de una nueva temporada (o a lo mejor es una serie nueva) de mi personaje favorito del mundo Marvel.
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