Pues sí, necesitamos aprender a vivir bien. A veces somos autodidactas, y las cosas nos va bien, pero muchas veces no sabemos cómo reaccionar, y nos movemos por la vida por inercia a bandazos. Unas veces haciendo malas imitaciones -y creamos una personalidad que no nos gusta- y otras, dejamos pasar los días hasta que nos llevamos la sorpresa de que “nos hemos hecho mayores”.

 

El hogar y la familia es la primera escuela donde se deben enseñar, valores (humildad, lealtad, compromiso, capacidad de esfuerzo, cuidado del cuerpo) y la escuela debería complementar, y en ocasiones sustituir, dado que hay niños que viven sin una estructura familiar, o sin una familia que le aporte el sustento que necesita.

 

En nuestra vida vamos a encontrar maestros de vida, de manera insospechada, a lo mejor no son los mas simpáticos o agradables sino todo lo contrario. Puede ser ese compañero energúmeno, o el familiar intransigente, o el tendero de cara avinagrada. Pero estaremos continuamente recibiendo lecciones de vida. En otras ocasiones podremos elegir nosotros a nuestros maestros, cuando así sea, elige bien. Porque en la vida vale copiar, pero copia de los buenos.

 

Algunos puntos de partida:

 

Nunca tendrás tiempo de hacer todo, pero si de hacer lo mas importante. No guardemos el alma en los bolsillos, nos decía Javier Urra, disfruta del buffet de la vida. Un hombre le pidió a Dios: “Dame todo para disfrutar de la vida”, Dios le respondió “Te he dado toda una vida para disfrutarlo todo”. Disfrutémosla, pues. En Alicia busca maravillas nos dicen: “¿Quién llama? La vida, pues que entre.

 

Dedícate menos a ver la vida de los otros y mas a invertir en la tuya.

Cary Grant nos decía: “Mi formula para la vida es muy fácil, me levanto por la mañana y me acuesto por la noche, y en medio, trato de ocuparme lo mejor que puedo.

 

Y sí, es maravilloso ser importante, pero es más importante ser maravilloso.

 

Pasito a pasito, pero con constancia

 

• Comparte el silencio. Hoy el silencio es un articulo de lujo. Vacía la papelera. Regala serenidad. Más allá de la felicidad está la paz. Conectar con tu paz interior. Pide tiempo muerto y vive despacio. Si no estás seguro sobre hablar y callar, calla.

 

• Se amable. El cariño es una autovía de doble sentido. Que el grito de tu vida interior se trasforme en amor a los que te rodean. Intercambia caricias. Comparte emociones. Quered mucho y quered bien. Piensa en plural, pero actúa en singular.

 

• Gestiona tus emociones. Pon fin a la guerra interior. El equilibrio  se da cuando firman la paz cerebro y emoción.

 

• Limpia el cristal, muchas personas lo ven todo gris. Buda decía, mente clara, corazón tierno,

 

• Reduce tus necesidades. Vive simple. Hay que suprimir lo innecesario para dar voz a lo necesario. Aligera la carga. Simplicidad es viajar por la vida con el equipaje justo.

 

• Deja que la gloria se la lleven otros, es una gozada. Intenta no ser el protagonista a no ser que la ocasión lo requiera.

 

• Quiérete, cuida tu vehículo.

 

• Patricia Ramírez nos recuerda que debemos hacer una buena alineación para el partido de tu vida. Esta podría ser: de portero la familia, con el 2 los amigos, con el tres el deporte, con el cuatro un buen libro, con el 5 comer sano y rico, y con el 6…, ¡cuidado con el 6! El seis es el medio centro, que es el que reparte el juego, pero es un “chupón”. Si el 6 es el trabajo y le pasamos el balón, él ya no deja tiempo para la familia ni para los amigos.

 

• Apunta tus sueños. Compártelos con tus compañeros de viaje

 

• Si algo funciona, siegue haciéndolo. Sino funciona deja de hacerlo, si no sabes qué hacer, no hagas nada, decía Melvin Konner.

 

• Practica el optimismo. A veces la vida nos sorprende con situaciones negativas, sorprendámosla con una actitud positiva hacia esa situación. La actitud es el color que escoges para decorar cada hecho de tu vida. Un porcentaje muy alto de tu aspecto físico es tu alimentación. Un porcentaje muy alto de tu atractivo es tu actitud. Mira con el alma.

 

• Criba tus recuerdos: hay cosas que merecen ser recordadas y otras que estarían mejor en el cajón del olvido. Mantén en forma tu archivo de momentos agradables y los tragos amargos retrocederán

 

• Si es necesario, pulsa el resetado, y vuelve a empezar.

 

• Raciona las noticias. Lleva una dieta hipoinformativa. Ten cuidado pues no hay pensamientos gratuitos. Preocuparse es como andar con el paraguas abierto esperando a que llueva.

 

• Conectar con tu propósito de vida.

 

• Revisa tus creencias, pues influyen en lo que piensas, lo que haces, lo que dices

 

• La naturaleza te devuelve lo que das, pero multiplicado. Planta una semilla y tendrás un árbol. Tira una bolsa al mar y comerás plástico.

 

• De todas las virtudes que puedes practicar hay dos muy valiosas: moderación y paciencia.

 

• Si te encuentras con alguien destrozado y no sabes qué hacer, simplemente pregunta: ¿qué puedo hacer por ti?

 

• Autocuidado: cambiar las conductas autodestructivas, identificar lo que necesitamos, pedir ayuda y dejarnos ayudar, buscar las cosas buenas y dejarlas entrar, tomar lo que los demás nos pueda dar. Por ej. abraza, incluso si estás mal, el cuerpo dice “cuando estoy bien abrazo y si estoy abrazando debo estar bien” (es como si el cerebro se cortocircuita).

 

• Podemos cambiar nuestro estado de ánimo con la música, el sueño, los pensamientos, con una buena postura corporal.

 

   Lecciones de vida, seamos aplicados. Se trata de la clase más importante.