Cómo pasa el tiempo, cincuenta años de la canción de Abba, Waterloo, y ya casi siete de la fuga de Puchi a Waterloo. Como cambian las cosas, le mandó Rajoy al extranjero metido en una cajuela y ahora le va a traer Pedro Sánchez en andas y olor de multitud. Que digo en andas, en carroza de postín, como un Cristo resucitado. Irán a buscarle al otro lado de la frontera gabacha para traerle Pedro Sánchez y sus ministros, acompañados de otros socialistas de pro pastadores del presupuesto, que diría Galdós, y así completar la cuadrilla de costaleros necesaria para mover tamaña carroza.
Se formará un pasillo, a lo largo del recorrido, con los acólitos de Puchi y otros tantos socialistas, acompañados de bildus, peneuves, garibaldinos, devotos de Yolanda, esquerras, bueno no, esquerras no, que igual no son tan entusiastas, o quizá porque un tuerto y feo desluzca la comitiva, aunque eso no debería importar, total, estando Oscar, el infamado, tampoco se iba a notar mucho.
Para dar volumen al evento, se llevarían, todos ellos, un extenso rebaño de sus votantes entusiastas y, si fuera necesario, también de no entusiastas, animándolos mediante el método de autobús y bocadillo gratis, y puede que subvención o prebenda encubierta, método empleado por los partidarios de un señor, que gobernó hace mucho y durante largo tiempo, al que todos dicen odiar, pero del que han aprendido cantidad. Yo creo que le aman visto que no le olvidan.
En segundo plano estarán peperos y voxeros, también acompañados de votantes y simpatizantes, que, a modo de saeta, entonarán el estribillo de la canción de Miguel Ríos, eso sí, con la letra ligeramente modificada para modernizarla y adaptarla a la ocasión, muy ligeramente, bastará con que sustituyan "rock and roll" por "fruta" y pintiparado. El resto de ciudadanos, corrientes y molientes, veremos el espectáculo en los telediarios y nos lo contarán los pregoneros, ya sin sorprendernos de las cosas que pasan en este país, con un gobierno que presume de progresía y democracia.
Se está produciendo un síntoma desconcertante, resulta que algunos de los mas beneficiados por la ley chanchullera, se están fugando "¡Marditoz roedorez!" que diría el gato Jinks. Parece que no se fían mucho que digamos, y es que hay tanto taimado empeñado en aguar la fiesta al insigne Pedro, que no es de extrañar. A ver si después de tantas alforjas nos vamos a quedar sin viaje. No caerá la breva. Begoña, Ávalos, Koldo, Tito Berni, Delcy, paro, Marruecos, narcos, inmigración ilegal, delincuencia, okupas, inflación alimentaria, vivienda, etc. etc. para que seguir si tienen más etcéteras que cien don Simones.
Con la que está cayendo y Pedro, que acaba de regresar de la visita a los jeques demócratas, se hace una foto más macabra que un baile de esqueletos y se va de gira por Europa para conseguir lo que se lleva ochenta años intentando sin haber encontrado solución. Todos sabemos por qué lo hace, no es posible que se crea un mesías, o vete tú a saber, igual sí. Lo raro es que no se haya llevado a Zapatero con él, experto en alianza de civilizaciones, al que creíamos insuperable y él ha hecho bueno. Que se nos habrá perdido a nosotros por esos campos de dios, con el tinglado que tenemos en casa. Mejor hubiera sido que te fueras a pasar una temporada a Quintos de Mora o a La Mareta, en lugar de andar zascandileando con el Falcon por medio mundo, te serviría para lo mismo y nos costaría menos.
La verdad Pedro, yo preferiría que, cuando algún periodista perverso te hace la pregunta lagarta, mencionaras al novio de Ayuso, sale más barato, o mejor, te fueras a hacer puñetas.