La investigación desarrollada en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora por cuatro enfermeras y una médica ha puesto de relieve que la sujeción de pacientes llegó a triplicarse en la época covid. Se trata de un último recurso que se utiliza para evitar que los pacientes se hagan daño a sí mismos o que perjudiquen su tratamiento sin tener conciencia de ello.

Con motivo del Día Internacional de las Enfermeras, celebrado el 12 de mayo, el Colegio de Enfermería de Zamora ha querido poner en valor la investigación sanitaria, dando a conocer un estudio de "referencia nacional", el realizado por las cuatro enfermeras y la médica del Virgen de la Concha, junto a otro similar realizado en Barcelona en cuanto al uso de la contención mecánica durante la pandemia de covid-19 y las diferencias detectadas con el periodo previo.

Las enfermeras Agustina Barrueco Fernández, Ana María Moralejo Gutiérrez, Lucía García Burgo y Raquel López Nieto, junto a la médica Cristina Martín Gómez, son las autoras de un trabajo que se ha publicado en la revista de enfermería NURE Investigación y que arroja luz sobre el uso de la sujeción de pacientes en centros hospitalarios.

La investigación, realizada en el área de Medicina Interna del centro hospitalario zamorano, ha constatado que el recurso a la contención mecánica fue mayor en el periodo covid que antes de la pandemia, hasta el punto de que llegó a triplicarse su uso.

Además, el trabajo realizado en Zamora puso de relieve que ese incremento no sólo se detectó entre los pacientes con covid-19, como podía presuponerse, sino que también se recurrió más a ella en los pacientes de la denominada "zona limpia", aquellos que no tenían covid-19, sin que hubiera diferencias significativas en el uso de la contención entre unos y otros.

"Un paciente normal tipo de medicina interna que no lo hubieras sujetado antes, en ese periodo lo hacías porque se desorientaban, se agitaban mucho y se quitaban el oxígeno", comentan las autoras del estudio. "Al fin y al cabo eran pacientes que no salían de la habitación, estaban todo el día metidos en cuatro paredes y veían a la gente metida en un buzo, sin ver ni una cara ni nada y eso influía mucho en que se desorientaran y a veces no supieran ni si era de día o de noche porque les molestaba la luz y bajabas las persianas".

Dos de las autoras del estudio, Agustina Barrueco y Ana María Moralejo, han explicado que, aunque la investigación les ha llevado mucho tiempo, "ha sido bonito" y "te ayuda a superarte".

El Colegio de Enfermería de Zamora ha apoyado económicamente el estudio, difundido el Día Internacional de la Enfermería con el fin de animar a otras enfermeras zamoranas a explorar la faceta investigadora de esta profesión sanitaria.

Recuerda que el Consejo General de Enfermería convoca unos premios de investigación dotados con hasta 10.000 euros en cada ámbito investigador y con 5.000 euros para tesis doctorales.

El Colegio de Enfermería de Zamora celebró el viernes, en el salón de actos del campus Viriato, el homenaje a las enfermeras jubiladas en el último año. También, con motivo del Día Internacional de la Enfermería, ha difundido un decálogo de reivindicaciones.

Subrayan que invertir en enfermeras y apostar por su desarrollo profesional supone mejorar la calidad de los cuidados de toda la población. Como reza el eslogan de este año de la celebración, "Sin enfermeras no hay salud, sin salud no hay futuro". 

Un mensaje que cobra especial importancia en la provincia de Zamora, ante la "necesidad de dimensionar adecuadamente las plantillas de Enfermería" y las "dificultades para encontrar sustitutas en el periodo vacacional".