Fiesta en Zamora capital. Miles de zamoranos acompañan hoy la imagen de la Virgen de la Concha, patrona de la ciudad, en la multitudinaria romería de La Hiniesta.

Una celebración que festeja este año los 950 años de la subida hasta la Cruz del Rey Don Sancho. Casi una milenaria tradición que, por su longevidad, "no habrá en ningún otro pueblo de España", se expresa el profesor y escultor Ricardo Flecha, presidente de la Cofradía Virgen de la Concha.

La Virgen de la Concha salió bien temprano, como acostumbra, de la iglesia de San Antolín, arropada por la multitud habitual, con la circunstancia de que este año se ha retomado por completo la normalidad desde la irrupción del covid-19.

Ricardo Flecha subraya la importancia del acontecimiento que se repite desde hace 950 años. "No sé por qué no tiene más repercusión", comenta.

La subida a la Cruz del Rey Don Sancho se remonta a fechas inmediatamente posteriores al Cerco de Zamora, cuando la reina Urraca instituyó a la muerte de su hermano Sancho rezos por su alma, a través de la creación de una cofradía para organizar los actos. Siempre, en "un lunes de Pentecostés que, en el calendario mozárabe, era el día de los difuntos", explica Flecha

La cofradía se compone hoy de alrededor de 1.730 personas. 950 años después, los zamoranos han vuelto a procesionar hasta el lugar donde murió Sancho II de Castilla. Y, de allí, hacia el cercano pueblo de La Hiniesta. Aunque esta romería para acompañar a la Virgen de la Concha a visitar a su "prima" la Virgen de La Hiniesta, no surgiría hasta 200 años después de la muerte del que fuera rey castellano, apodado "El Fuerte".

Los zamoranos llevan siglos reviviendo la romería hasta La Hiniesta, en una concentración de miles de personas. "Algún año la Policía Municipal llegó a contabilizar 20.000 asistentes", recuerda Flecha, quien señala que los cálculos habituales rondan las 10.000 almas.

Siglos con los mismos ritos. Señala Flecha que hay documentos del año 1496 en los que se constata que "se hacía lo mismo" que ahora. Aquel año fue documentado por la ex comunión de los cofrades a raíz de una pelea. 

La Virgen sale de la iglesia cargada a hombros por clérigos. En otros momentos será llevada a hombros de concejales del Ayuntamiento capitalino.

En el pueblo de La Hiniesta la comitiva es recibida con saludos de los pendones de ambos municipios. Y, en esta celebración, el alcalde de La Hiniesta se convierte tal día como hoy en el de Zamora y viceversa. Algo que "no pasa en otras ciudades de España".

Misa mayor en la iglesia de La Hiniesta, bailes y cantos. A las cinco y media se regresa a Zamora capital y "las mozas del pueblo se despiden de la Virgen". Pero ya no se hace rodeo para regresar por la Cruz del Rey Sancho, sino que se transcurre hasta el Cristo de Valderrey, donde se reza y se merienda antes de volver para Zamora.

Zamora revive así una tradición que es "más antigual que la Catedral y que la Semana Santa". La Virgen de la Concha es patrona del Concejo desde el año 1200 y fue a mediados del siglo XVIII cuando fue nombrada patrona de la ciudad de Zamora. "No habrá muchas imágenes de la Virgen que porten una bandera". La de la Concha sí lleva un estandarte, el de Zamora.