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Zamora, epicentro del heavy metal con el "Z! Live" que mueve 4 millones de euros

Nueva edición de un festival que este año se celebra en el exterior del recinto ferial Ifeza y que atrae cada jornada a miles de asistentes

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Zamora, epicentro del heavy metal con el "Z! Live" que mueve 4 millones de euros
Una de las actuaciones del "Z! Live Rock Fest" en Zamora (Foto EFE)
O.R.R
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Zamora ha vuelto a acoger una nueva edición del "Z! Live Rock Fest", que ha convertido estos días a la capital en epicentro del heavy metal. El festival, celebrado este año en el exterior del recinto ferial Ifeza, congrega cada jornada a unos 7.000 asistentes, el 95% llegados de fuera, aunque en esta ocasión la cifra se ha visto algo mermada por la lluvia.

El rock duro no ha muerto, como lo demuestra que una pequeña ciudad de provincias como Zamora se convierta durante tres días en un templo del heavy que mueve unos cuatro millones de euros con actuaciones de consagrados grupos nacionales e internacionales, como recoge EFE.

Bandas míticas como Helloween, Barón Rojo o el guitarra de los Scorpions Michael Schenker, con cuarenta o cincuenta años de trayectoria a sus espaldas, demuestran en el "Z! Live Rock Fest" de Zamora que el heavy, más que música, es una "religión" con fieles de por vida.

Al festival de Zamora también se han acercado bandas del nuevo siglo y de las antípodas como los australianos Airbourne, que este viernes por la noche vieron frustrado su concierto por la lluvia pero que están "llamados a ser los herederos de AC/DC", asegura el organizador del evento, Andrés Cid.

Las 13 horas diarias de música en directo programadas se han visto empañadas por aguaceros repentinos que han obligado a cancelar algunas actuaciones, lo que no ha impedido que el "Z! Live Rock" se consolide como uno de los festivales especializados en su género punteros en España.

El festival de Zamora atrae a adeptos de toda la península con sus melenas y su particular hábito de vaqueros desgastados, cazadoras de cuero y camisetas negras de sus grupos favoritos.

Este año, en el exterior del recinto ferial Ifeza se instalaron dos grandes escenarios de 15 metros de altura con miles de vatios de potencia sonora, en un evento con un gran alcance económico, ya que los asistentes han mantenido los alojamientos llenos y han inundado las calles de la ciudad con su estética heavy.

"Es un motor económico muy importante", resalta Andrés Cid, quien también responde a la pregunta de cómo ha logrado una ciudad de menos de 60.000 habitantes traer a "dioses del heavy" como Helloween, referente del power metal que ha vendido más de diez millones de discos, o el exguitarrista de Scorpions, grupo que suma cien millones de copias.

El secreto ha estado en creer que era posible "hacer un festival grande de verdad y no conformarse", confiesa Cid. En las siete ediciones del evento han demostrado que "echándole ganas y esfuerzo se puede".

Los asistentes tienen una media de edad entre 35 y 50 años, aunque hay también niños y jubilados porque los heavies "lo son para siempre, y generalmente los hijos también". "Cuando te empieza a gustar, no solo la música, la forma de vida del rock es para siempre, lo puedes escuchar con 15 y con 70 y lo vas a pasar igual de bien".

Algo que corrobora Pedro, uno de los asistentes, sevillano de larga barba blanca que ha llegado en moto a Zamora porque siente pasión por el rock en general, no solo por el duro. Igual se va a un concierto rockabilly que a una rave.

"Aquí estoy, con setenta años me tengo que dar prisa porque si no esto se acaba", declara con humor y acento andaluz, para confesar además que a él lo que le gusta es bailar y "como los de mi época Jimi Hendrix y todos esos se han muerto hay que adaptarse a lo que hay".

La climatología acompaña este sábado las actuaciones, que se suceden de tres y media de la tarde a cuatro y media de la mañana, si bien el jueves y el viernes el tiempo no acompañó.

"Se lo están currando pero parece ser que hay una mano negra encima de ellos", comenta el salmantino Ricardo Yáñez "Balas", recordando que el año pasado ya hubo que suspender algunas actuaciones, como la del grupo de su tierra Altar del Holocausto, que este viernes sí pudo tocar justo antes de que los finlandeses Insomnium se quedaran sin encender micros por culpa del aguacero, según recoge EFE.

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