Las mascaradas tradicionales del oeste peninsular inundan Zamora

La capital zamorana se convierte en escenario del desfile ibérico de mascaradas, rituales que se han mantenido de generación en generación

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Desfile de mascaradas tradicionales. (Foto: Ical)
Isabel  Rodríguez
Isabel Rodríguez
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Una treintena de mascaradas tradicionales procedentes de otras tantas localidades del oeste peninsular se han escenificado este sábado por la tarde en Zamora en un desfile ibérico de máscaras que ha dejado patente el vigor y el jolgorio de estos ritos etnográficos asociados en muchos casos al paso a la edad adulta, el comienzo del solsticio de invierno o la dicotomía entre el bien y el mal.

En el desfile, publica EFE, se han dado cita unos 380 personajes que disfrazados o enmascarados han escenificado unos rituales que se han mantenido de generación en generación en pueblos de Asturias, Castilla y León, Extremadura y la región portuguesa de Tras os Montes.

Los personajes enmascarados, junto con sus cencerros, tridentes y otros elementos para asustar, han desfilado por las calles del centro y el casco histórico de Zamora entre la plaza de la Marina y la plaza de Viriato para concluir la jornada con una merienda de convivencia.


Desfile de mascaradas tradicionales en Zamora. (Foto: Ical)

La celebración en Zamora no es casual, ya que esta provincia es una de las que más manifestaciones de este tipo conserva y en los últimos años estas tradiciones que en algunos casos estuvieron a punto de desaparecer por la despoblación se han revitalizado y recuperado con apoyo de una asociación provincial de mascaradas y de la Diputación de Zamora.

Ejemplo de ello son las representaciones de Los Carucheros y de la Fiera Corrupia, que tras décadas sin celebrarse se han recuperado en Sesnández y en Almendra del Pan, respectivamente, localidades de poco más de un centenar de habitantes que por primera vez han llevado sus mascaradas a un encuentro de este tipo.

En otras poblaciones, como en Pobladura de Aliste, la tradición invernal de desfilar con la máscara se ha trasladado al verano, cuando celebran la Obisparra a mediados de agosto, por ser la época en la que más habitantes hay en la localidad.

El presidente de la asociación Mascaraza, que vela por el mantenimiento de estas tradiciones en Zamora, José Javier Sánchez, ha resaltado en declaraciones a EFE que las mascaradas son "símbolos que unen a todo un pueblo" y gente que se lleva mal aparca sus diferencias durante la celebración, como ocurre en el Zangarrón de Sanzoles.

Ha defendido además el origen de las mascaradas como "espantalobos" ya que la zona europea en la que más se conservan es donde más presente estaba el cánido y las máscaras junto a los tridentes o los cencerros que utilizan muchas de estas celebraciones podían ser elementos utilizados por el pastor para intentar asustar al lobo y que no se acercara al rebaño.

El vicepresidente primero de la Diputación de Zamora y diputado de Cultura, Víctor López, ha puesto de relieve la recuperación de estas tradiciones en pueblos en los que se habían perdido.

Ha subrayado la apuesta de la Corporación provincial zamorana por fomentar "estas tradiciones prerromanas, para que sigan y maduren en el tiempo con nuevas generaciones" de enmascarados que quieren mantener vivos esos rituales en sus pueblos. 

FOTOS: Míriam Chacón/Ical

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