Se estrenó el pasado viernes, pero ya había gente que me decía por la calle que la había visto. Es decir, que invirtió unas horas de sueño para adentrarse en un mundo de César Pérez Gellida que se plasmó en la ficción gracias, entre otros factores, a la labor del director de la serie, Marco Castillo. Con un currículum extraordinario, el cineasta afrontó ser el líder de 'Memento Mori' en 2022, aunque ya se había comprometido antes incluso de ponerse "manos a la obra".

En esta entrevista en profundidad que concede a TRIBUNA, revela los detalles que los espectadores de Amazon Prime Video aún no han visto porque el proceso, el casting o el rodaje forman parte de la etapa, como cualquier proyecto, previa a su estreno. Ha confesado, por ejemplo, que había dudas en la elección de Yon González para hacer de 'Augusto' y que se plantearon que la comisaría no fuera en el antiguo colegio El Salvador. En cualquier caso, lo único que no ha podido garantizar ni reconocer es si habrá una segunda temporada a pesar de que no le cuesta decir públicamente que sí que le gustaría porque todavía queda, como diría mi abuelo, mucha tela por cortar.

PREGUNTA: ¿Dónde sitúa el director de la serie el inicio del proyecto?

RESPUESTA: Creo que fue entre 2019 y 2020. No recuerdo exactamente la fecha. Lo que no se me olvida es que ese contacto fue con Luis Arranz, y con José Velasco y Sara Fernández Velasco, de Zebra Producciones, que me propusieron afrontar la serie 'Memento Mori'. Ya había escuchado ese nombre a raíz de las novelas de César Pérez Gellida, pero aún no me las había leído. Vi cómo podrían ser los capítulos, los primeros avances de la trama... y me encantó. A partir de ahí, depositamos todos nuestros esfuerzos para llevar a cabo el proyecto. Y ya en enero de 2022 es cuando nos pusimos manos a la obra.

P: Cita la novela... ¿qué le pareció?

R: Muy buena. De hecho, me animó aún más a seguir con el proyecto. Lo que más me llamó la atención es algo que César hace de forma maravillosa. En sus novelas no hace falta imaginarte donde estás porque César te traslada directamente a las ubicaciones de la trama. Es decir, te especifica los momentos que expone. Te sumerge en este mundo tan oscuro (ríe). 

P: ¿Cómo fue la coordinación con el autor para llevar la historia a la ficción?

R: Tuvimos un primer contacto en el que nos rogó que fuéramos los más fieles posibles a la novela. Le preocupaba el montaje y la estética de la serie. Se refería a todo lo que iba a arropar a la historia. Era consciente de que este aspecto era súper importante. Desde que leí la novela, sabía que César nos trasladaría a una ciudad oscura, opresiva, que fuera, al fin y al cabo, un personaje más de la historia. Por eso, la propuesta era clara.

Llevar una novela a lo audiviosual tiene sus cosas buenas y no tan buenas como la dificultad de plasmar todas las tramas en la ficción. De hecho, nos hubiésemos ido a más de seis capítulos. Lo que hicimos es llevar estas cosas a nuestro terreno, coger los detonantes adecuados, lo que funciona... 

P: ¿Hubo alguna línea roja que César quiso transmitir al equipo de la serie?

R: Ninguna. Trabajar con César ha sido fantástico. Es un compañero de viaje increíble. Creo que disfrutaba tanto como nosotros o más (ríe). El objetivo es que entendiéramos la serie de la misma manera, que todos fuéramos en la misma dirección... No hubo ni un solo pero. Sabíamos cómo lo íbamos a contar. Nos encontramos con muchas facilidades que él siempre nos aportó.

P: Entiendo que el siguiente paso que dieron fue la elección de los actores para interpretar los personajes. ¿Les costó designar esos nombres?

R: Te puedo explicar cada caso. En el de Francisco Ortiz ('Sancho'), por ejemplo, no tuvimos dudas. Lo teníamos muy claro desde el principio, desde el momento que tuvimos el proyecto encima de la mesa... El personaje de 'Sancho' tiene mucho de Francisco. Sabíamos que esa figura tenía que ser él.

Reconozco que, en otros casos, ya teníamos muchas más opciones como en el de Yon González, donde nos surgió las dudas al principio porque le veíamos muy joven para interpretar a 'Augusto', a todo lo que le rodea... Mucha gente tiene ya la idea de Yon como el típico galán de las series porque siempre va dirigido hacia un target concreto. En definitiva, 'Augusto' era un papel muy distinto a lo que nos tenía acostumbrados.

En cuanto vimos una prueba de cómo funcionaba con los otros actores, se nos despejaron las dudas. El personaje parece estar escrito para él. Yon ha alimentado a este personaje de una forma muy personal, pero utilizando los parámetros que todos teníamos en la cabeza. 

P: ¿Cree que le viene bien ejercer de este rol tan diferente?

R: Sí. Considero que tiene herramientas suficientes para esto y para muchísimo más. Con cada actor que he trabajado, lo bueno que he tenido es que siempre me han sumado cosas positivas. En primer lugar, por cómo han construido los personajes: en segundo, por la trayectoria que tienen; y, en tercer lugar, por cómo entienden a la hora de trabajar que es lo que necesitaba y lo que pedía. A esto se sumaba que estaba acompañado no de compañeros, sino de amigos.

P: Olivia, por su parte, nos contó que participó en esa prueba que comentaba...

R: Y así fue. No tuvimos dudas con su caso. En la primera toma en la que se vieron Yon y Olivia, nos dimos cuenta de la química que había entre ellos. Las miradas, cómo manejaban el tiempo, cómo se escuchaban... Cuando les vimos, no tuvimos que hacer más sesiones de casting.

P: Entonces, ¿fue más difícil elegir a los actores secundarios? Hablo, por ejemplo, de meterse en la piel de 'Matesanz'...

R: El problema es que tenía muchísimas ganas de trabajar con ciertos actores. Me refiero al propio Fernando Soto ('Matesanz'). Es cierto que los perfiles de los personajes que disponíamos no encajaban con Fernando. Y justo fue el momento en el que apareció 'Matesanz', que tenía unas características, un poso... y vi que en ese papel sí que podría encajar. Es el más veterano del equipo policial y alguien en el que confían todos... De hecho, podría quitar en la ficción el sillón de inspector a 'Sancho', pero ha preferido continuar en un segundo plano... 

P: Tras solventar este particular puzle de personajes y actores, llega el momento de comprobar cómo funcionan en las distintas localizaciones. En Valladolid rodaron en varias, pero destaca el antiguo colegio El Salvador porque tuvieron que convertir el mismo en una comisaría. ¿La idea fue esa desde el principio? ¿No barajaron otras posibles ubicaciones?

R: Lo estuvimos analizando. Teníamos claro que las localizaciones tendrían que ser reales. Es decir, sin tener que modificar nada, sin tener que crear un plató... Queríamos que se respirara verdad. Reconozco que vimos otras ubicaciones para levantar la comisaría porque necesitábamos un espacio amplio, no queríamos que los planos estuviesen pegados a las paredes... La idea era que los espectadores se dieran cuenta que es una comisaría vivida y que nos lleva a identificarla en cualquier ciudad o país. Tampoco queríamos que fuese una comisaría al uso, sino una comisaría con mucha presencia. En definitiva, la base de la historia.

Dudamos en levantarla en ese edificio por su estado. Vimos que la zona que rodeaba la comisaría estaba muy bien para la trama. No fue fácil meter los departamentos, las salas de descanso... No estaba todo como para poder actuar cómodamente, pero hemos comprobado que esa localización nos sumerge, al igual que la lluvia, en ese mundo. 

P: ¿Tuvo que hacer de intermediario para apostar por una ubicación en concreto porque había partes implicadas que no se decidían?

R: Sí, pero al final nos decidimos por el edificio, que es maravilloso a pesar de que no estaba en las mejores condiciones. Nos ha dado muchísimas posibilidades de rodar las escenas. Nos daba también la libertad de movernos por los pasillos con cierta libertad. La gente que es Valladolid lo tiene identificado como colegio, pero la que no es de allí le cuesta más. 

P: Entremos en el tema del rodaje en Valladolid, ya que ha explicado las razones de las elecciones de las localizaciones. ¿Cumplieron con los plazos previstos?

R: Sí, con todos. Normalmente tienes algún problema o circunstancia que provoca que el rodaje no acabe en los días que habías planificado. Hay muchos factores que podrían haber generado imprevistos... Pero es que no pasó nada de eso. Cumplimos con lo previsto a rajatabla. 

P: ¿Cómo fue la acogida en Valladolid?

R: Ha salido todo como queríamos gracias a Valladolid. Las facilidades que nos han dado el Ayuntamiento, la Film Commission, los vallisoletanos... Han provocado de una forma no intencionada que el rodaje fuera cómodo. Somos conscientes de que tuvimos que cortar muchísimas calles durante muchísimas horas, pero la acogida fue maravillosa. No ha habido un 'no' por respuesta en nada de lo que hemos necesitado para sacar adelante el rodaje. 

P: Yon reconoció en una entrevista concedida a TRIBUNA que se verá la ciudad desde otra perspectiva. ¿Comparte la opinión del actor?

R: Sí, la van a ver de otra manera. Se van a sentir identificados, aunque Valladolid no sea una ciudad oscura o gris que esté lloviendo constantemente... La historia y el thriller nos lleva a eso. Se van a preguntar las razones por las cuales parece que hay zonas decadentes, pero es la trama la que lo provoca... La ciudad, en cualquier caso, es estupenda. Por ejemplo, las secuencias en la Facultad con Martina son en Valladolid... Las hicimos en los horarios que no había clase.

Solo una parte de Yon la grabamos en Canarias y, la otra, en Madrid, pero eso son interiores. Hemos querido reflejar que las escenas exteriores sean en Valladolid. Hay algunas localizaciones que no tienen nada que ver con esos lugares porque teníamos que adaptarlos a las necesidades que teníamos. 

P: Todos estos detalles dejan un resultado final. ¿Satisfecho?

R: Mucho. Creo que ha sido un regalo. Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho. No nos hemos inventado nada porque César ya nos aportó las referencias de la novela. Hemos dado vida a las palabras, a la esencia de la trama... Estamos muy contentos. Es muy gratificante ver el feedback de la gente... Nos dedicamos a entretener. Hay tanta competencia que puede ser una serie más, pero es diferente... Lo hemos hecho con toda la ilusión del mundo. 

P: ¿Cómo vivió el estreno de la serie en Seminci y la premiere en Madrid?

R: Estuvieron genial. En Valladolid, nos hemos sentido muy queridos y fue una noche mágica y bonita. En Madrid, jugábamos en 'casa' porque vinieron allegados, familiares... Aún estamos en los primeros días y no podemos sacar conclusiones... Sabemos que seguro que en algo hemos fallado porque siempre hay cosas que mejorar. Aprenderemos de los errores porque les hemos tenido, aunque me cuesta especificar cuáles. Habrá que esperar a que tengamos más reacciones y más críticas.

P: Por último, ¿habrá una segunda temporada?

R: Todavía no te puedo garantizar si habrá una segunda temporada, pero me encantaría decírtelo en los próximos meses porque eso significaría que hay un compromiso firmado. Me gustaría que fuese así, pero lo desconozco. No me gusta aventurarme porque esta profesión me ha enseñado a no hacerlo. A día de hoy no te puedo asegurar que la vayamos a tener.