El que miente es Feijóo
En dos días votarán los gallegos. Y tal vez Galicia se convierta también en otra región en la que, en contra del sentir mayoritario de sus habitantes, España pasa a ser considerada por sus dirigentes el enemigo del que hay que deshacerse. Por supuesto, será con el apoyo cómplice de un ¿partido socialista? al que ya nada le importa, salvo mantener a Sánchez en la Moncloa. Por Pedro, con él y en él, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos...
La verdad es que va a ser un alivio que se acabe de una vez esta campaña tan agitada. Primero fue el asunto de los pellets, la mayor catástrofe medioambiental desde Chernóbil o el Dust Bowl que arrasó América del Norte en los años 30, pero resuelto en pocos días. Y vino luego ese giro en el que muchos, incluido Abascal, el más fiel escudero de un Sánchez en apuros, se han esforzado hasta la extenuación en convencer a los gallegos y al resto de los españoles de que, si hay alguien que encarne como nadie la mentira, ese es Feijóo.
El pasado mes de junio andaba Sánchez de gira por radios y televisiones. Y nos explicó precisamente eso, qué es la mentira y en qué se diferencia de los cambios de opinión: "A mi juicio, mentir es decir algo que sabes que no es cierto con la intención de engañar". Dicho esto, la inevitable conclusión es que el gran mentiroso nacional es el presidente de un partido que el 23 de agosto del año pasado, por boca de su portavoz Esteban González Pons, anunció que se iba a reunir con todos salvo con Bildu. "¿Con Junts y ERC también?" le preguntaba el periodista. "Sí, ya le he dicho que sí", insistía González Pons.
Así que la gran mentira es que ahora hemos sabido que mantuvieron una reunión con Junts que ya explicaron en agosto, mientras Sánchez les va a conceder una amnistía al precio que sea, como comprobaremos en cuanto se cierren los colegios electorales en Galicia. Porque los que acusan de opacidad al PP son los que llevan dos semanas negociando en secreto con Puigdemont un nuevo trato, al parecer ya cerrado. Y ¿qué trato será este? Pues uno que asegure que ninguno de los mochuelos que participó en el procés se queda en la cazuela represora del malvado estado español. Todos podrán seguir volando libres, como el sol cuando amanece y caminando sin cesar detrás de la verdad.
Así lo ha explicado Bolaños, que ha ido esta semana con el Rey a Barcelona. Y mientras uno se esforzaba en defender la igualdad de todos ante la ley, la independencia judicial y la separación de poderes, "condición indispensable de la democracia", el otro se reunía en secreto con los de Puigdemont para ponerse de acuerdo en cómo neutralizar a los jueces incómodos: "La ley está hecha con el propósito de cubrir a todas las personas que participaron en el proceso independentista". A todos, incluidos aquellos a los que la Fiscalía, que depende de Sánchez, y los jueces ya han acusado de terrorismo.
Vamos que da igual lo que hicieran si son independentistas. Se perdonarán desde los delitos de traición y terrorismo hasta las multas de tráfico. Y que venga Europa y diga lo que quiera, ya si eso. Esta es la verdad, mal que les pese mucho a algunos. Y luego están las mentiras, unas mayores que otras. En eso, creo que esta semana se merece el Goya la nueva presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, la jurista de reconocido prestigio que Sánchez ha encontrado para asegurarse la fidelidad incondicional de otra institución.
Dado su reconocido prestigio, por el que se le supone un profundo conocimiento del derecho constitucional, en el que es doctora, su criterio debe ser escuchado con especial atención. Esto es lo que decía en 2022: "La amnistía está prohibida en nuestra Constitución, absolutamente prohibida. Y en todas las democracias. Ninguna democracia contempla las amnistías". Tajante ¿verdad? Más claro no canta un gallo. Sin matices y muy didáctica, como corresponde a una profesora universitaria.
Pero el miércoles le decía esto otro a una embelesada Julia Otero: "El indulto generalizado, que es lo que en su momento se planteó, no. Era lo que opinaba en aquel momento y lo que sigo opinando. La amnistía y el indulto parcial es lo que está contemplado en nuestra democracia y en cualquier otra". Pues o no hablamos el mismo idioma o esta señora tiene más cuajo que un parmesano. Ninguna democracia contemplaba la amnistía en 2022 y ahora resulta que la contemplan todas.
¿Y qué culpa tiene Carmen Calvo si todas las democracias han cambiado de opinión en este tiempo? Porque lo que es mentir, ella no miente. El que miente es Feijóo. No miente Carmen Calvo, ni ningún otro miembro de su Gobierno. Ni Bolaños o Puente con las líneas rojas, ni Planas con los agricultores, ni Yolanda, que ahora se quiere ir a Palestina a arreglar el mundo, cuando dice que es muy fan de Zara y de Amancio Ortega, ni Pilar Alegría cuando afirma campanuda que el trabajo de Marlaska "está fuera de toda discusión".
Tampoco miente Marlaska, censurado dos veces por el Supremo por su inquina persecutoria contra Pérez de los Cobos y reprobado por el Congreso, con los votos de Junts y ERC, y también por el Senado. Vamos, lo que todo el mundo entiende por un trabajo "fuera de toda discusión". El que miente es Feijóo y no Marlaska cuando asegura que la unidad de élite contra el narco, OCON Sur, no fue desmantelada, ni mintió un día antes del asesinato de los guardias civiles cuando presentó en Algeciras el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, con el que aseguró haber reforzado "las plantillas de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y su dotación de medios".
Ni tampoco un día después, cuando afirmó, tras el asesinato de los dos guardias civiles, que la situación "se abordó de forma impecable técnicamente e inmejorable humanamente". No se puede ser más miserable, más ruin y más desahogado. Él y Pedro Sánchez, que después de todo esto le mantiene en el cargo, pone un tuit y se viene a Valladolid a la gala de los Goya en helicóptero, sin pasar por Barbate, no vaya a ser que alguna viuda se atreva a decirle que no es precisamente un icono, presi.
Pero está claro que el que miente a los españoles y a sus votantes es Feijóo, que andaba negociando en 2023 unos indultos ya concedidos por el Gobierno en 2021, mientras Sánchez trata de cerrar en secreto con Junts una amnistía "integral" que, como bien sabe Carmen Calvo, está contemplada en todas las democracias del mundo o en ninguna, según convenga sentar cátedra para asegurarse el cargo y el reconocido prestigio como jurista.
Y mientras tanto Sánchez, que no ha mentido a nadie porque él sólo cambia de opinión, se empeña en su afán de conseguir que, en nombre del diálogo y la convivencia, Galicia acabe en manos del independentismo, aunque sea a costa del total hundimiento del PSOE también en esa región. Con la mentira se llega lejos, pero es imposible volver. Y como dicen en Galicia, "a onde has de ir non has de mentir". Ellos deciden el domingo.