El presidente de la Junta y otros cargos políticos trasladan sus condolencias a la familia de Andrea; minuto de silencio a las puertas del Hospital de Burgos
Detienen a un maltratador con piedras y destornilladores cuando perseguía en moto a su expareja, saltándose una orden de alejamiento
El agresor portaba en los bolsillos de su abrigo cinco piedras y dos destornilladores.
La Policía Canaria ha detenido a un hombre de 35 años en Arucas (Gran Canaria) por seguir en motocicleta a su expareja, sobre la cual tenía una orden de alejamiento, portando cinco piedras y dos destornilladores.
Los hechos tuvieron lugar cuando los agentes, que estaban realizando un control policial, fueron alertados por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112, de que una motocicleta estaba persiguiendo un vehículo.
Según informa el Cuerpo General de la Policía Canaria (CGPC), en ese momento un coche se acercó al control y la mujer que conducía les explicó que era víctima de violencia de género y que estaba siendo perseguida por su expareja desde el municipio de Moya.
En este sentido, los efectivos vieron poco después una moto que coincidía con la descripción aportada por la mujer y que intentaba eludir el dispositivo policial.
Así, procedieron a la identificación y cacheo del motorista, confirmando que tenía vigente una orden de alejamiento sobre su expareja. El agresor portaba en los bolsillos de su abrigo cinco piedras y dos destornilladores.
Tras todo lo acontecido se detuvo al hombre por un presunto delito de quebrantamiento de condena, instruyendo el correspondiente atestado, y posteriormente fue entregado a la Guardia Civil en las dependencias del Puesto Principal de Arucas.
Alberto González Amador tendrá que acudir a los juzgados el próximo 10 de abril tras la apertura de la pieza separada a instancias de las acusaciones populares
Ambos han sido absueltos del delito de estafa, mientras que por fraude a Hacienda y falsedad documental la Audiencia solo condena a Luceño
El cadáver de Andrea B.E. ha sido encontrado en un paraje boscoso cercano a la localidad de Salinillas de Bureba, a unos 40 kilómetros de Burgos