TeleRural (IX): Los botiquines, verdaderos salvavidas para pueblos sin farmacia

Usted, estimado lector, a buen seguro que tiene una farmacia a pocos metros de su casa. Y si esa no está de guardia, encontrará abierta otra un poco más allá. ¿Ocurre esto en todas las poblaciones de Valladolid? No. Según los datos facilitados por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valladolid, la red de oficinas de farmacias se compone de 280 oficinas. 177 se encuentran en zonas urbanas (Valladolid capital, Medina del Campo y Laguna de Duero); un total de 21 farmacias se ubican en zonas semiurbanas (las que se encuentran en poblaciones de 5.000 a 20.000 habitantes) y 82 en el medio rural. "Más del 99 por ciento de la población que vive en la provincia de Valladolid tiene una farmacia en su localidad de residencia", argumentan desde este organismo.

¿Cómo se organiza en aquellas poblaciones que no tienen farmacia asignada? Suelen ser los pueblos más pequeños de la provincia y en ellos existe la figura del botiquín: una 'minifarmacia' ubicada en un local municipal que abre unas horas a la semana y del que se encarga el farmacéutico más cercano. "Habitualmente se suele vincular con el horario que el médico hace en esas pequeñas poblaciones", explica Mery Monge Postigo, farmacéutica de Villagarcía de Campos y vocal de oficina de farmacia rural en el Colegio Oficial de Valladolid.

En la vocación que tiene TeleRural de buscar a los profesionales que ofrecen servicios a domicilio en el medio rural tan castigado por la despoblación, no podía faltar la función que llevan a cabo los farmacéuticos en las localidades donde no existe un luminoso con la cruz verde. En esta ocasión acompañamos a dos boticarias: la de Villagarcía y su botiquín en la localidad vecina de Villanueva de los Caballeros y la de Medina de Rioseco, con el botiquín de Moral de la Reina.

Si esta figura de la pequeña farmacia rural, denominada botiquín, no existiese sin duda habría que inventarla. Es la única oportunidad que tienen los vecinos de la España más despoblada de adquirir sus medicinas. Allá donde no existe o cuando se trata de una urgencia, estos habitantes tienen que desplazarse en coche o autobús a la farmacia más cercana.

"Por decirlo de alguna manera, los botiquines son farmacias pequeñitas que se instalan en las poblaciones donde por número de habitantes no les corresponde tener una farmacia al uso. Suelen estar asociados a la farmacia más cercana y tienen que estar abiertos seis horas a la semana". Mery Monge ya lleva 19 años en la localidad de Villagarcía de Campos, donde regenta su farmacia. El mismo tiempo lleva viajando hasta Villanueva de los Caballaros, botiquín que visita Telerural.

La realidad de la farmacia del medio rural es muy diferente a la de la gran ciudad. Sin la existencia de estos botiquines, los vecinos de las poblaciones más pequeñas tendrían que recurrir conteleruralmoterostantemente a favores de familiares o vecinos. "La mayor parte de nuestros usuarios son personas muy mayores que no tiene carné o modo de transporte para acercarse a la población más cercana que dispone de farmacia". No oculta Mery los problemas que sufre esta España a veces olvidada: "Despoblación, falta de recursos y estructuras, de servicios; cada día los pueblos se vacían y nos tienen un poquito abandonados? pero seguimos funcionando", advierte.

Son los ayuntamientos quienes tienen que solicitar el botiquín y ceder un local

¿Cómo funcionan los botiquines? "Son los propios ayuntamientos quienes lo tienen que solicitar y ceder un local para tal efecto que reúna unas condiciones. Se organiza un concurso para que puedan optar los farmacéuticos más cercanos con una serie de baremos", apunta la vocal de farmacia rural del Colegio Oficial, que cuenta con un total de 47 botiquines repartidos por toda la provincia.

SERVICIO SOCIAL

Es también el caso de Moral de la Reina, un botiquín que lleva Myriam Gutiérrez, la farmacéutica que lleva en Medina de Rioseco más de 25 años. También gestiona, de forma compartida con la otra farmacia riosecana, Los Soportales, el municipio de Tamariz de Campos.

Myriam tiene claro que esto es un "servicio social" y que también, "junto al bar y otros entretenimientos más lúdicos como la gimnasia de mantenimiento, se trata de un acontecimiento y una forma segura de relaciones sociales". Los vecinos valoran esta prestación ya que la mayoría no cuentan con medio de transporte para acercarse a las cabeceras de comarca. "El trato de las farmacéuticas es estupendo", concluyen.

Poco a poco, los vecinos de ambas localidades van haciendo acopio de las recetas o las medicinas necesarias, saben que hasta dentro de tres o cuatro días la boticaria no volverá. Y gracias que cuentan con este servicio, de lo contrario su vida en estas poblaciones sería aún más complicada.