"Las naciones de Europa (...) se quedaron íntimamente sin porvenir, sin proyectos de futuro, sin aspiraciones creadoras".
"Las naciones han dejado de ser naciones y se han convertido en provincias, de aquí el sorprendente fenómeno de que en todo el continente la vida se ha vuelto provincial (...). La verdad es que desde hace un cuarto de siglo el comportamiento de los pueblos continentales -sin más excepción que Suiza- no puede hacerles sentirse orgullosos de sí mismos. En rigor, debía cada uno sentirse avergonzado de lo que ha hecho, y debería haber más europeos que por primera vez, y a su pesar, sientan asco hacia Europa, es decir, del estado en que hoy se encuentra. Yo soy uno y lo declaro a todos los vientos".
"La Idea de Nación, tal y como había sido entendida hasta ahora, había agotado su contenido,... y... los pueblos de Europa sólo podían salvarse si transcendían esa vieja idea esclerosada poniéndose en camino hacia una supra-nación, hacia una integración europea"". (Palabras de Ortega y Gasset, escritas hace 70 años).
Podría seguir citando a Ortega y Gasset, porque sus ideas siguen tan actuales como entonces. El proyecto de integración europea que estamos viviendo está agotado. Peor aún, nos está llevando a una esclavitud moderna.
Los problemas que tienen los agricultores europeos, el abandono del campo, la desertización de España y de todo el sur de Europa son unos de tantos problemas que se vienen arrastrando desde hace décadas sin que los políticos tengan interés en resolverlos. Los agricultores franceses, quemando productos españoles y cerrando fronteras, los agricultores españoles, cortando los accesos a Portugal o viceversa. Todo esto nos está indicando que la integración europea va por el camino falso. Los políticos no se preocupan de los agricultores, porque el campo da pocos votos. Y utilizar los problemas del campo para enfrentar a los agricultores de los países del Sur con los de países del Norte de la Unión es rastrero y de personas malnacidas
Pero es que el proyecto de democracia actual está también agotado. Es un viaje hacia ninguna parte Es un proyecto basado en los partidos políticos nacionales o, lo que es lo mismo, en los nacionalismos. Los partidos políticos pondrán siempre el interés del partido por delante del interés de los ciudadanos y también por encima del interés nacional y de Europa, intentando enfrentar a los ciudadanos de un Estado miembro con los ciudadanos de otro. El problema que tenemos en España entre unas regiones y otras es el mismo que existe dentro de la UE entre los diversos países. Y volver, como está haciendo España, a todos los nacionalismos medievales no solo es contrario a la idea de integración europea, sino que supone un retroceso de muchos siglos y un anacronismo monumental.
La democracia actual y la UE nos está llevando a un Estado y a unos partidos políticos cada vez más ricos y más poderosos y a unos ciudadanos cada vez más pobres y más dependientes de las ayudas públicas. El Estado, o lo que es lo mismo el partido político en el poder les está quitando a los ciudadanos, a través de los impuestos, lo que en justicia les pertenece a éstos, para presentarse después como el gran benefactor que va repartiendo migajas al necesitado. Esto se llama esclavitud. Y cada vez es mayor el número de esclavos que los partidos políticos están creando en Europa.
La Unión Europea actual es un conjunto de naciones, un conjunto de partidos políticos, pero no un conjunto de ciudadanos. "Y para este viaje no necesitábamos alforjas".