Más vale tarde que nunca. Ha tenido que saltar el gran escándalo de la corrupción para que la Comisión Europea despierte. Se trata de fondos europeos en peligro y, por tanto, está obligada a intervenir. Hubiera sido preferible, sin embargo, que la Comisión previamente hubiera vigilado para ver a qué se iban a destinar en España los fondos europeos. Sobre el tema de la amnistía será la Comisión misma quien decida si debe intervenir o no. Sin embargo, hay otros muchos problemas sociales -paro, pobreza, calidad democrática- , en los que, a mi entender, esta institución no puede guardar silencio por más tiempo.
Lamentablemente, Europa siempre ha ido a remolque de los acontecimientos. Hace 101 años que Coudenhove-Kalergi se preguntaba y nos preguntaba: "¿Puede Europa, con su división política y económica, garantizar la paz y su independencia frente a las potencias mundiales extraeuropeas emergentes o está forzada a organizarse en una federación de Estados para salvar su existencia?" Y Robert Schuman, hace 74 años nos recordó: "No se construyó Europa y hubo guerra". Pues Europa sigue sin hacerse, y Europa sigue esclava de Rusia (gas y petróleo), de los Estados Unidos (armamento de defensa), de China (productos industriales) y de África, Latinoamérica y Asia (mano de obra). Vino la pandemia y la industria europea quedó paralizada, porque la mercancía de China no llegaba, y ha tenido que estallar la guerra de Putin contra Ucrania, para que la UE se vea militarmente desprotegida y a merced del humor del presidente de EE.UU.
Seguramente, estaréis culpabilizando de esto a Bruselas, Pues no. A Bruselas podremos echarle la culpa de males menores, pero de la No-Europa y de la absoluta falta de independencia de los países de la UE los únicos responsables son los gobiernos nacionales y, más en concreto, los partidos políticos. Sí, la dictadura reinante de los partidos políticos. Son ellos los principales responsables del parón en la integración europea. Y digo "parón", porque está bien claro en el Tratado de la Unión que deberíamos estar en un proceso constante hacia la federación de los Estados europeos. Y está bien claro también que los llamados padres fundadores de la UE aspiraban a una Europa federal y que no se conformaban con la Europa de los Estados o Europa confederal que se acababa de crear con el Consejo de Europa, institución que se constituyó en mayo de 1949, mientras que la Declaración Schuman data de 1950 y la Comunidad Europea del Carbón y del Acero de 1951. Frente a la idea de Churchill de una Europa de los Estados, es decir, de una Europa confederal, que se plasmó en el Consejo de Europa y en la que la voz última la tienen los Estados, Schuman optó por la Europa federal, Europa de los ciudadanos, en la que la voz última la tiene el Derecho de la UE. La vía federal -la UE- avanzó, aunque poco. La vía confederal -el Consejo de Europa- quedó en vía muerta
Lamentablemente, tenemos que recordar también las palabras pronunciadas por Ortega y Gasset en 1949 en la Universidad libre de Berlín: "El hombre europeo comienza a emerger de la catástrofe y ¡gracias a la catástrofe! ... Una humanidad sin catástrofes caería en la indolencia, perdería todo su poder creador". ¿Qué catástrofe tendrá que ocurrir para que los partidos políticos piensen por fin en la necesidad de una Europa federal, para que se den cuenta de que actualmente Europa y sus ciudadanos somos un simple juguete en manos de las grandes potencias?
Pero ¿qué vamos a esperar de unos políticos que se llaman a sí mismos "señorías" y que en su gran mayoría ni siquiera saben distinguir entre federación y confederación?