Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Subdelegación del Gobierno de Zamora han recibido un aluvión de llamadas y avisos alertando de situaciones de peligro por la presencia de perros sueltos.

Una semana después de la muerte de una joven de 27 años, vecina de Roales del Pan, por las mordeduras que le provocaron perros de pastoreo, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha asegurado, en declaraciones a los periodistas, que están recibiendo "muchas llamadas" de teléfono de situaciones originadas por perros en las que su presencia podía suponer un peligro o un riesgo, según recoge EFE.

Blanco ha explicado que el pasado viernes en la Subdelegación se recibieron llamadas en las que alcaldes de la provincia transmitían su preocupación por este tipo de situaciones y se han contabilizado más de una veintena de comunicaciones de este tipo, además de cuatro o cinco llamadas que le han realizado de forma directa al propio subdelegado del Gobierno.

El Subdelegación del Gobierno pretende mantener "con cierta urgencia" una reunión con todas las administraciones implicadas en la materia y el Colegio de Veterinarios de Zamora para abordar la situación.

Ángel Blanco ha señalado que, aunque la mayoría de las competencias relativas a la presencia de perros sueltos y el peligro que pueden suponer son municipales y los ayuntamientos tienen "buenas intenciones", es consciente de que no tienen medios para darles respuesta.

Las llamadas se han recibido sobre todo en las comarcas zamoranas de Sayago y Sanabria.

El subdelegado aboga por "establecer un equilibrio", entendiendo que los perros son necesarios para las explotaciones ganaderas pero también hay una normativa que cumplir.

Igualmente, el subdelegado del Gobierno manifestó que un suceso como el del pasado lunes no puede volver a repetirse y que el Seprona pretende visitar todos aquellos lugares de la geografía provincial en los que se comunique una incidencia con perros sueltos o que entrañen peligro, según informa EFE.