Hay que extremar la precaución
La intervención del periodista y escritor Pedro Trapiello, en su papel de Mantenedor, abrió este viernes por la tarde la tercera edición de la Feria Modernista de León, organizada por el Museo Casa Botines Gaudí, que durante el fin de semana devuelve a la ciudad a finales del siglo XIX.
Reproducimos íntegramente el pregón de Trapiello:
"Leoneses todos y por tal paisanos, gentes también que venís de cerca o de lejos, autoridades, instituciones y entidad tutelar de esta Casa de Botines que aquí nos convoca... sean todos bienvenidos e invitados.
Y honrado como mantenedor de esta tercera edición de la Feria Modernista de León, quiero que mis palabras expresen antes de nada la enorme gratitud que siempre le deberá León a don Antoni Gaudí i Cornet, el genial arquitecto de la grandiosidad mística y del arte buscado y encontrado hasta en sus mínimos detalles... gracias por el impagable privilegio que nos concedió a los leoneses al situar aquí una de las tres únicas obras que proyectó y levantó fuera de su Cataluña natal, honor al que se suman el palacio episcopal de Astorga y 'El Capricho' de la cántabra Comillas.
Porque aquí, en Casa Botines, dejó en pie una lección magistral, toda una asignatura viva y gigante de saberes, de artes y artesanías empaquetadas en un desconocido modo arquitectónico entonces que sigue estudiándose hoy en cada escuela de arquitectura de aquí a Japón donde se admiran rendidamente ante su genio... y es también un aula abierta para los lugareños que a diario la ven sólo por fuera y más para quienes vienen de lejos a colarse en sus adentros y su historia... porque aquí se aprende a la primera lo que es un pasmo de verdad viendo estas técnicas y equilibrios que sólo los genios despiertan.
Gracias, Gaudí, gracias...
Gracias por abrirnos con este apabullante monumento los ojos a la modernidad, a los tiempos nuevos, al modernismo que se hizo vanguardia inyectando ilusión, visión y confianza en el futuro, ese futuro que se nos viene encima atropelladamente y que aquí siempre se presenta inquietante, como lo era especialmente en aquella ciudad de finales del XIX con sólo 14.000 habitantes, resignada y humilde capital de un lejano reino esfumado, ciudad pueblerina en tanta cosa pobre y muy necesitada de que le abrieran una ventana al mañana, un gran ventanal luminoso y cromático como lo hizo con sus vitrales en la Edad Media esta catedral despampanante a la que tributaste honor con todo el neogoticismo que embellece y engrandece tu obra; ahí va la persistente ojiva tan visible en este alarde del Botines que aquí vemos... es decir, siempre conquistando lo moderno y superando lo caduco pero sin desdeñar jamás lo clásico, ese necesario "no olvidar de dónde se viene para poder saber a dónde hay que ir", pues ese y no otro fue tu lema como gran maestre que fuiste del "lápiz que habla cuando dibuja"...
Ah, y gracias también por soportar con tu modestia y gran estilo las burlas y críticas palurdas que aquí te brindaron en papeles y a pie de obra los ignorantes de siempre cuando esta genialidad de Botines iba alzándose planta a planta... y apabullando... y ya ves, aquí hoy todos vibramos de orgullo presumiendo y creyéndonos los dueños de esta joya porque con ella llenamos la boca de vanidad.
Gracias por descubrirnos un modernismo con el que llamaste a la naturaleza, a su fauna, sus caprichos y ritmos para participar de la grandiosidad de tu dibujo, de tus volumetrías impensables, de tus sueños agitados y de tus fantasías por buscar lo bello en lo inverosímil, aquel modernismo con el que reconquistaste la curva del útero y del cosmos, las curvas de la libertad y de lo asimétrico en un mundo y un tiempo de geometrías rectilíneas y vulgares que tanto se os resistían a ceder sitio... tampoco te consolará saber que esas mismas geometrías dictadoras son hoy epidemia, quiere decirse pandemia, globalidad feota y urbanismo feroz.
Y gracias por llamar a participar en tu magia de piedra alzada a las viejas artesanías con las que engrandecías tu ensueño, a los alfareros de Jiménez de Jamuz cuando colaste su barro esmaltado en tu palacio episcopal astorgano o, como aquí, en Botines, convocando a tantos canteros, a escultores de la roca madre, a maestros de la forja que domestican el hierro en torsiones de pura blonda, a carpinteros y entalladores, a genios en la taracea y el artesonado, a vitralistas, a ebanistas, a emplomadores, a albañiles de primor, a herreros, a pintores...
Con todo ello y con todos ellos nos enseñaste una lección que hoy se precisa reaprender y en lo posible reiniciar para recuperar tanto ingenio viejo y tantas artesanías perdidas en las que, por cierto, León debería estar ya buscando las sendas y futuros que dejaste escritos aquí, en Botines, futuros que los hay si no nos ahuyentara el trabajar e ingeniáramos ahí novedades para así poder dar un salto firme a la modernidad, a ese nuevo modernismo en el que sólo debería imperar lo que tú te exigías a ti mismo, "la verdad y la belleza", que es lo único que deben buscar la razón y la justicia.
Y como dijo Andrés Amorós en esta misma tribuna el pasado año, "en León, disfrutando con la belleza del románico de San Isidoro, del gótico de la Catedral y del modernismo de la Casa Botines, es muy fácil comprender que el Arte nos da el regalo supremo de la alegría y el consuelo".
Vaya pues por ti, genial Gaudí, vaya por usted, don Antonio de sobrado don y de gran usted... por usted vaya esta Feria Modernista que aquí inicia tres jornadas de memoria rediviva, de rememoranza hecha fiesta, de las artes puestas a pie de calle y pueblo, de juegos y artesanías... celebrando así el reconocimiento y la admiración que hoy se le tiene a usted aquí con un recuerdo jubiloso que debe musicarse, además, con los versos de su contemporáneo modernista Rubén Darío, su gran vecino hecho busto ahí, en ese jardín contiguo, y leonés desde su León de Nicaragua, lo mismo que en León le hacemos ahora a usted leonés por haber querido serlo cuando nada nos debía... y viniendo aquí entre pitos, morros y sólo alguna flauta a regalarnos una maravilla en piedra.
Gracias, Gaudí, gracias", concluyó Trapiello.
Actividades durante el fin de semana
La cita cuenta este año con 55 colaboradores y, como novedad, se imprimirá el periódico leonés El Campeón.
Además, el programa se ha maquetado en formato periódico y hasta el domingo habrá un 'photocall' modernista con una fotógrafa de época.
El programa previsto incluye talleres infantiles, cuentacuentos, magia, casetas de promoción turística, música en vivo, demostraciones y zarzuela.
Otra de las novedades de esta edición es la celebración de una cena de gala en el semisótano del museo.
Hay que extremar la precaución
La visita al museo en el municipio leonés se ha realizado junto con un grupo de periodistas especializados en música
Un majestuoso alcornocal de más de 280 hectáreas que se ha alzado con el galardón que otorgan la ONG Bosque sin fronteras y el Ministerio para la Transición Ecológica
Esta edición está dedicada al sector del Turismo en Castilla y León que se ha catapultado como una de sus principales bazas económicas