El alzheimer es la segunda enfermedad que más preocupa a los ciudadanos, por detrás del cáncer y por delante del ictus, y es percibida como el principal problema de salud de las personas mayores, pero más de dos tercios creen que la sanidad pública no está preparada para atender a estos pacientes y sus familiares.

En concreto, casi la mitad opina que el sistema público está poco listo y un 22%, nada, frente al 21% que piensa que está algo preparado y el 4% que lo está mucho, según el informe "Estudio sobre la percepción social del Alzheimer en España" de la Fundación Pasqual Maragall presentado este martes, resume EFE.

Se estima que más de 950.000 personas tienen una demencia en España y el alzheimer es la causa más común, ya que representa entre el 60% y el 70% de los casos.

Pero esta cifra, que podría duplicarse en las próximas décadas por el envejecimiento de la población, es errónea porque se limita a las personas diagnosticadas sin incluir a sus familiares, que también conviven con la enfermedad. "Es un tsunami que nos está viniendo a cámara lenta", ha alertado Arcadi Navarro, director de la Fundación.

Evolución de los datos

Realizado con más de 1.600 encuestas a finales de enero, el estudio desvela que dos tercios de los españoles conocen a alguien con alzheimer y el 67% tiene contacto directo con un paciente, según los datos que ha desgranado Eva Nebot, directora de Incidencia y Relaciones Institucionales.

Se trata de la segunda enfermedad que más preocupa: un 68% la cita (en 2023 era el 63%), poco menos que el cáncer (72%, que también sube desde el 68% de hace dos años), y mucho más que el ictus (48%). También es percibida como el principal problema de salud de los mayores (78%).

No obstante, solo el 18% ha recibido algo de información en los últimos seis meses, principalmente a través de internet y medios de comunicación, pero apenas de un profesional sanitario.

Por contra, el desconocimiento sobre los factores de riesgo es elevado: el 69% sabe que los antecedentes familiares influyen, el 65% que lo hace la edad y un 43%, la falta de estimulación cognitiva, pero sólo una minoría (15%) sabe del impacto que tienen factores modificables como el estrés, la depresión (14%), una dieta poco saludable (12%) y el alcohol (11%).

Asimismo, la mayoría considera que las instituciones públicas no fomentan lo suficiente la adopción de hábitos de vida saludables y solo un 10% opina que están haciendo un esfuerzo suficiente.

En este contexto, el 90% apoya un incremento de la inversión pública en investigación y de la financiación pública de nuevos tratamientos.

Navarro ha lamentado, en este sentido, que España se haya convertido en uno de los países que más tarda en incorporar medicamentos a la cartera de servicios, con una media de alrededor de dos años, por lo que ha reivindicado que se agilice este proceso.

Según los encuestados, el mayor desafío de pacientes y familias son los costes de atención médica y cuidados especializados (62%), seguido de la falta de acompañamiento y formación adecuada para los cuidadores (41%) y la falta de apoyo psicológico y emocional (40%).

Por último, el 63% estaría dispuesta a participar voluntariamente en estudios de investigación y/o ensayos clínicos para la prevención y tratamiento del alzheimer y a la inmensa mayoría, el 85%, le gustaría saber si tiene riesgo de padecer alzhéimer si existiera un aprueba que lo determinara.