Zamora es la única capital de provincia de España en la que el precio de la vivienda fue a la baja en 2022, con un descenso de un 7%, una cifra que contrasta con el resto de ciudades, capitales, provincias y comunidades autónomas, al registrarse en todas un aumento del coste de los inmuebles, del 8% de media en todo el territorio.

La caída del valor de la vivienda en Zamora se explica en el fenómeno de la despoblación de la última década, según la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, en declaraciones a EFE. Aunque, al igual que en la mayoría de ciudades, en 2022 también aumentó la demanda inmobiliaria en la capital zamorana.

"En 2022, lo que se observa es que, a pesar del aumento de las compraventas, el incremento de la demanda se ha combinado con una oferta suficiente, porque debido a la despoblación, hay bastantes casas disponibles y por ello no ha existido un tensionamiento de los precios", comenta la misma experta, sobre la oferta de viviendas en Zamora, además de anotar que los precios de la vivienda en la capital zamorana se encuentran en mínimos de la serie histórica.

Las ciudades en las que más subió el valor de la vivienda el pasado año fueron Madrid (10,3%), Teruel (9,8%), San Sebastián (9%) y Valencia (8,5%) y, en las que menos, Jaén (1%), Palencia (1,2%) y Ciudad Real (1,3%), según el informe de mercados locales del cuarto trimestre de 2022 de la tasadora Tinsa.

El desequilibrio entre la oferta y la demanda es la causa por la que en todo el territorio aumentó el precio de los inmuebles en 2022. Un choque que es mayor en casos como Madrid, Teruel, San Sebastián y Valencia.

Según Arias, lo que ocurrió en Madrid y Valencia es que, a raíz de los confinamientos por el covid-19, se generó una revalorización del espacio, ya que, al pasar más tiempo en las viviendas e incorporar dinámicas de teletrabajo, se descubrieron nuevas necesidades.

"Esto coincidió con un momento de tipos de interés muy bajos, que lo que hacía era facilitar también el acceso a la financiación. Con lo cual, se juntó todo y fue un momento perfecto para impulsar la demanda en la compra de vivienda".

Arias añade que esta situación generó que toda esa demanda, a la que se suma también la derivada de la búsqueda de empleo y de inmuebles vacacionales, se haya encontrado con un parque de viviendas insuficiente. La oferta, por tanto, no se ha podido adaptar a ese incremento "tan repentino" de la demanda.

Linares (Jaén) y Ponferrada (León) son los municipios españoles relevantes a nivel provincial, que no son capitales de provincia pero presentan mercados con una actividad inmobiliaria importante, y que son los más baratos para comprar una vivienda.

De acuerdo con las 70 localidades con estas características analizadas por Tinsa en el último trimestre de 2022, a Linares, con un precio de 789 euros por metro cuadrado, y Ponferrada con 802, le siguen Talavera de la Reina con 822 euros por metro cuadrado, Mérida con 910, y Lorca con 944.

El precio medio del metro cuadrado en España se sitúa en 1.751 euros y las capitales más caras son San Sebastián con 4.074 euros el metro cuadrado, Barcelona con 3.591, y Madrid con 3.583, seguidas a cierta distancia por Bilbao y Palma de Mallorca.

Las más baratas son Zamora con 1.013 euros el metro cuadrado, Soria con 1.049 euros, y Ciudad Real con 1.066.

En función de si el parque de viviendas es suficiente o no, el precio ha incrementado más o menos según se podía atender a esa demanda.

Por comunidades autónomas, las regiones que experimentaron en 2022 una mayor variación interanual fueron Madrid (10,4%), Aragón (10,3%), Navarra (8,7%), Andalucía (7,3%) y Castilla y León (7,3%).

En la Comunidad de Madrid es donde se está observando un mayor aumento de precios, según Arias, ya que el coste aumenta en gran medida tanto en la capital como en los municipios de alrededor.

"Esto hace pensar que hay una gran competencia por el espacio dentro de la capital y que eso tensiona los precios muy al alza", señala la directiva de Tinda a EFE. "Pero, además, se está produciendo una búsqueda de espacios más amplios en las áreas metropolitanas y también hay cierto efecto expulsión, ya que vivir en algunos distritos de la capital es demasiado caro y alguna gente está buscando viviendas en los municipios aledaños", concluye.

Para 2023 se espera que la demanda se modere "un poco", aunque no creen que se produzca una caída drástica.