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El Zamora CF vuela en Madrid y asciende a Primera RFEF

Luis Rivas fue el autor de un gol mágico que vuelve a colocar a los rojiblancos en el tercer escalón del fútbol nacional

El Zamora CF vuela en Madrid y asciende a Primera RFEF
Celebración del ascenso en Matapiñonera. Foto: Zamora CF.
Manel Pacho
Manel Pacho
Lectura estimada: 2 min.
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Tras una primera parte marcada por el objetivo de no tener fallos, la segunda sentenció el partido y la eliminatoria del bando del Zamora. Movilla dio entrada a Luis Rivas y el colombiano respondió, teniendo el gol más importante de un año complicado para el club y que ha acabado de la mejor manera posible. Un equipo que jugará en Primera RFEF y que vuelve a mirar hacia arriba con 'Ubuntu' como el lema que vuelve a definir a la perfección al vestuario.

Con la tensión clara en el ambiente, los dos equipos estuvieron tensos, buscando minimizar errores y esperando un momento de inspiración en ataque. Una circunstancia que se tradujo en un ritmo lento y denso, desesperante en algunos momentos para los espectadores.

El Zamora Club de Fútbol era el que necesitaba marcar porque el empate suponía el pase de la UD San Sebastián de los Reyes. Una desventaja que estuvo a punto de romper Bolo a los 14 minutos de juego. Mancebo llegó por la derecha, centró muy pegado al segundo palo y el central falló el remate. Un error al que respondieron los locales, pero con la misma fortuna que los visitantes.

Dos minutos más tarde, también desde la derecha, Hugo Esteban remató con el pecho dentro del área y la acción se fue desviada. Un aviso por cada lado y hasta ahí. Los dos equipos se inquietaron por lo vivido y el juego volvió a ralentizarse, impidiendo que los jugadores tuvieran metros por delante para desequilibrar.

Pero la cosa cambió con el segundo tiempo. David Movilla apostó por cambiar a Pito Camacho para dar entrada a Luis Rivas en el 55?, tratando de encontrar la verticalidad del colombiano y su capacidad para desbaratar defensas. Y la jugada salió a la perfección.

Después de que Bolo tapase un disparo del Sanse, que fue el primer aviso de la segunda mitad, Luis Rivas recibió un centro dentro del área y, a pesar de fallar en el primer remate, tuvo tiempo de rectificar y superar a Jogaba con un disparo a bocajarro. Un 0-1 que desató la locura zamorana en Matapiñonera, donde la afición desplazada tomó por momentos el estadio madrileño.

El Sanse pasó a estar eliminado y presionó más arriba, encerrando al Zamora en su campo. Los visitantes se vistieron de héroes, plasmaron la identidad zamorana sobre el césped y sufrieron, sufrieron y sufrieron hasta ver como la borrasca pasó.

Si bien un exjugador del club como Guille Perero pudo ser decisivo con un centro a Binke que acabó rematando en el larguero, la defensa verde se hizo enorme, cual muralla y puerta de Doña Urraca. Una imagen que atormentó a un Sanse destinado a ver como Matapiñonera pasó a ser zamorana por una tarde.

Una tarde para el recuerdo y para la historia, para escribir una de las páginas doradas de la historia de un club que vuelve, otra vez, al tercer escalón del fútbol nacional a pesar de todos los vaivenes de un año duro.