El voladero de urogallos de Caboalles, un lugar donde observar de cerca la vida de un ave en peligro de extinción

Abre esta Semana Santa y los visitantes pueden aprovechar el desplazamiento para conocer el Centro del Urogallo, que se encuentra en la misma parcela

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El voladero de urogallos de Caboalles, un lugar donde observar de cerca la vida de un ave en peligro de extinción
El voladero de urogallos abre sus puertas en la provincia leonesa esta Semana Santa.
O.R.R
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El voladero de urogallos abre sus puertas esta Semana Santa en la localidad leonesa de Caboalles de Arriba.

El nuevo recinto cuenta con ocho ejemplares de urogallo centroeuropeo en unas condiciones adecuadas desde el punto de vista etológico, sanitario, de seguridad y confort.

De esta forma, los visitantes podrán complementar su visita tras conocer el Centro del Urogallo, que se encuentra en la misma parcela, gracias a una inversión de 290.000 euros, según informó este miércoles la Junta.

Las visitas serán guiadas y será necesario realizar reserva previa en el teléfono del Centro del Urogallo, 987 490 107.

Los horarios de las visitas serán, de mañana, a las 11.30, las 12.15 y las 13.00 horas; y de tarde a las 16.30, las 17.15 y las 18.00 horas.

Desde el año 2006, la localidad leonesa de Caboalles de Arriba cuenta con un centro temático empleado en exclusiva al Urogallo.

Como complemento, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de la Fundación Patrimonio Natural, ha creado en el mismo recinto un "hogar para el urogallo" (Tetraonis Urogallus Domus), que recrea su hábitat natural y permite al visitante observar la vida de los ejemplares de urogallo, en unas condiciones adecuadas desde el punto de vista etológico, sanitario, de seguridad y confort.

Las actuaciones que se han desarrollado incluyen la ejecución de una empalizada permeable que delimita el recinto; la apertura de una puerta para acceder directamente desde el Centro, como parte del recorrido guiado; ajardinamiento paisajista del espacio mediante plantaciones autóctonas y elementos rocosos; colocación de elementos escultóricos e informativos para completar el carácter educativo de la visita; y la construcción de una pérgola para contemplar las laderas de las montañas cercanas que albergan las mayores densidades de urogallo en la cordillera cantábrica.

La realización de la cubierta ha supuesto, según la Junta, "un importante reto arquitectónico", al buscar el máximo confort de los ejemplares, así como el diseño planteado para este nuevo atractivo ambiental.

Así, el voladero da preferencia a la iluminación natural a través de los lucernarios de la cubierta. De esta manera los urogallos no verán alterado su ritmo biológico por la presencia inadecuada de luz artificial. 

Dicha cubierta está diseñada para permitir la iluminación natural y evitar que los ejemplares puedan detectar la presencia de depredadores alados y sufrir ataques de cardiopatía.

Además, se ha conseguido un alto nivel de insonorización para que los ejemplares que viven en su interior no influyan negativamente sobre la población silvestre que utiliza los cantaderos próximos, especialmente durante su periodo reproductor.

Un arroyo artificial recorre todo el espacio interior y proporciona a los urogallos mayor bienestar, y mejores condiciones biológicas e higiénicas.

Organización del espacio

El nuevo voladero está organizado en dos unidades familiares, integradas cada una de ellas por un macho y tres hembras. Cada una tiene su propio hábitat, en condiciones seminaturales, para que los individuos se encuentren en entornos adecuados. Junto a ello se han dispuesto especies vegetales favorables para la especie, tales como arándano (Vaccinium myrtillus), enebro (Juniperus sp.), frambueso (Rubus idaeus), gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi), grosellero (Ribes sp.), bonetero (Euonymus europaeus) y árboles secos.

Cada hábitat tiene una superficie de 135 metros cuadrados, dimensiones adecuadas para que los urogallos puedan ejercitarse, acicalarse o mover las alas, que, junto a los diferentes posaderos, en altura, y areneros, hacen de este hábitat un fiel reflejo de las zonas naturales. Para evitar el impacto de los urogallos contra los muros perimetrales o la cubierta del voladero, se disponen redes horizontales y verticales de seguridad, de fibra de alta densidad (polipropileno), con malla cuadrada con hilo y laterales armados con cuerda trenzada.

En la zona de visitantes se ha colocado un vidrio templado, sobre carpintería fijada al muro de hormigón mediante aislantes acústicos. Es de tipo 'espejo', de modo que el visitante puede observar a los urogallos sin ser visto por ellos, evitando alterar su tranquilidad.

Además, se han colocado altavoces que reproducen el ambiente interior del voladero gracias al sonido que captan varios micrófonos de ambiente distribuido estratégicamente en cada uno de los hábitats.

Además, se ha implantado un sistema específico de eliminación de residuos, que garantiza la limpieza de la zona de observación, el acristalamiento de seguridad, y la desinfección periódica de los hábitats.

También se ha desarrollado un plan de profilaxis sanitaria de los urogallos, que establece las actuaciones sanitarias a llevar a cabo cuando los individuos presenten alguna patología, supervisado por el Centro de Referencia del Urogallo situado en La Ercina (León).

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