La Policía Nacional ha remitido las diligencias policiales del tiroteo en Zamora a la autoridad judicial, en concreto al Juzgado que estaba de guardia, el de Instrucción número 3 en la capital zamorana.

Así lo ha comunicado hoy el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, mientras destacaba la "extraordinaria" labor realizada durante el fin de semana por parte de la Policía Judicial y la Policía Científica de la Policía Nacional de Zamora.

Fue el sábado pasado de madrugada cuando un camarero de un establecimiento hostelero de la capital resultó herido grave por arma de fuego. 

El autor del disparo, un tirador experto, tuvo que ser abatido por la Policía tras un intercambio de disparos y resultó también herido.

La Policía ha tomado declaración a testigos y se han recabado pruebas para tratar de reconstruir la secuencia de los hechos.

Los dos heridos, tanto el hombre que recibió los disparos como el presunto autor, se encuentran hospitalizados y no se teme por sus vidas, indicó hoy Ángel Blanco.

El presunto autor de los disparos permanece ingresado en el Hospital Virgen de la Concha, con lesiones en una pierna y en la cara, bajo la custodia de agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional.

Tres tiros por no servir una consumición

El hombre que efectuó los disparos, de 61 años, fue visto por la calle con una pistola por unos jóvenes que avisaron a la Policía. Cuatro minutos después, a la 1.40 horas de la madrugada del sábado, fue cuando pidió la copa en un bar restaurante de la calle Villalpando, desde el exterior, por la ventana, por la que sacan las consumiciones a la terraza, según informa EFE.

Según testigos, los dos socios del negocio de hostelería y una camarera se negaron a servirle porque ya habían cerrado. Repentinamente él sacó la pistola, disparó un tiro al aire, otro que dio en la cafetera y uno que impactó en el camarero y uno de los dos socios hosteleros, por la espalda. Después huiría por la calle mientras seguía pegando tiros.

Poco después comenzaría la persecución policial por parte tanto de los agentes nacionales como de los municipales, a los que el agresor recibió a tiros en las inmediaciones de un paso bajo una antigua vía férrea.

Los policías intentaron disuadirle de que depusiera su actitud pero siguió disparando, por lo que abrieron fuego hasta lograr reducirlo al alcanzarle en una pierna.

Testigos del suceso han apuntado que el presunto autor de los disparos parecía ir ebrio y no era cliente habitual del negocio de hostelería en el que intentó pedir la consumición, un bar restaurante muy popular en la ciudad, como recoge EFE.