La procesión del Sábado de Pasión vuelve a su itinerario por el rehabilitado Puente de Piedra hacia el cementerio, donde se celebra la oración-ofrenda
Zamora rememora el medievo con la procesión del Espíritu Santo, que acorta recorrido por amenaza de lluvia
En conmemoración del 50 aniversario del desfile, la Hermandad recupera la cruz guía utilizada en 1975 el Viernes de Dolores
La Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo ha celebrado esta noche la procesión del Viernes de Dolores en Zamora bajo la sobriedad, el olor a incienso y los faroles de los cofrades, cuando se cumple medio siglo de este desfile procesional.
Tras una tarde de lluvia, el cielo respetó el cortejo en su trayecto extramuros para adentrarse por el Casco Antiguo de la ciudad y hacer parada en el atrio de la Catedral, en un itinerario acortado ante la amenaza de que volviese a caer el agua en la última parte del desfile, según EFE.
La procesión que ha abierto oficialmente la Semana Santa de Zamora, declarada de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural, partió puntual a las 22.30 horas de este viernes de la románica iglesia del Espíritu Santo.
Es una de los dos hermandades que hace medio siglo introdujeron la estética de las cogullas monacales en las procesiones de Zamora. Este año, como novedad, para conmemorar el 50 aniversario de la procesión, se ha recuperado la cruz guía utilizada en el desfile de 1975.
Entonces se buscó rememorar la época medieval con un traje "tipo monje, de convento de claustro" para ofrecer una mirada distinta de las procesiones, según ha detallado el responsable de la hermandad, Antonio de la Higuera, antes del desfile.
Junto a la túnica de estameña blanca y la cogulla del mismo color con el escudo de la cofradía en el pecho, los más de mil cofrades, hombres y mujeres, desfilan con un cíngulo de esparto, un farol con vela y sandalias franciscanas sin calcetín, algunos descalzos en señal de penitencia.
El silencio de la noche se rompe en el recorrido procesional por el tañer de una pesada campana que portan a hombros una docena de cofrades, el sonido rasgante de las ocho carracas intercaladas entre los cofrades y el ritmo de los dos tambores que marcan el paso de la única talla del desfile.
El Cristo del Espíritu Santo es un crucificado gótico de autor de desconocido datado en el siglo XIV, que fue encontrado por casualidad en 1963 emparedado entre los muros de la iglesia del Espíritu Santo.
Por delante de la talla, el coro de la hermandad ha entonado a lo largo del recorrido y en la parada en el atrio de la Catedral cantos gregorianos como el motete del compositor local Miguel Manzano 'Christus Factus Est', el tema musical por excelencia de la noche del Viernes de Dolores en Zamora, como recoge EFE.
En conmemoración del 50 aniversario del desfile, la Hermandad recupera la cruz guía utilizada en 1975 el Viernes de Dolores
"Tenemos grandes perspectivas de futuro, como la participación común en proyectos europeos, incrementar las relaciones culturales en La Raya o en materia turística"
El desfile recorre de noche las calles del Casco Antiguo de la capital zamorana entre el silencio de la comitiva y la luz de los candiles